martes, 14 de diciembre de 2010

Darren Aronofsky (I): Resumen de su carrera.

Aprovechando la fuerza que va cogiendo Black Swan de cara a los premios gordos de esta industria que están a pocos meses de entregarse me gustaría iniciar con esta entrada una serie de post dedicados cada uno a la carrera y películas de su director, Darren Aronofsky, que posee una de las carreras más interesantes de los últimos años desde que en 1998 debutase con Pi, fe en el caos.

Darren Aronofsky es un director que en los últimos años ha dado un paso de gigante en lo que a su trabajo en la industria Hollywoodiense se refiere. Y digo a su trabajo en la industria porque antes de ser el nombre que estos últimos años relacionamos con Black Swan, The Wrestler o Lobezno, fue años atrás el artífice de cintas alternativas y de autor con las que comenzó a dar a conocer su nombre y estilo y que se hicieron un hueco fuera de los circuitos indie como pocas cintas de estas características logran.

Sus primeros trabajos lo componen cuatro cortometrajes desarrollados entre los años 1991 y 1994 y que fueron realizados por este orden: "Supermarket Sweep", "Fortune Cookie", "Protozoa" y "No Time", pero no sería hasta cuatro años después de este último cuando debutaría en el largometraje con la primera de las cintas de las que hablaba antes.

Estas cintas son Pi, y Requiem por un sueño. Pi posee una relevancia mucho menor que Requiem por un sueño, pues es una cinta con una probabilidad de acceso al gran público prácticamente nula. Es molesta de ver (que no mala), con una fotografía exageradamente agresiva compuesta por un blanco y negro que incomoda al espectador en exceso, puesta ahí con la finalidad de perseguir una empatía del espectador con el inestable estado en el que se encuentra el protagonista. Muy recomendable, pero eso sí, no es fácil de ver. Supuso el premio a mejor director en el festival de Sundance de 1998 para Aronofsky.

Sin embargo, Requiem por un sueño tuvo una vida dentro del circuito de festivales mucho más activa que la anterior cinta de Aronofsky, llegando a ganar por ejemplo, la Espiga de Oro en la Seminci del año 2000 o el reconocimiento de la National Board of Review de EEUU.

También el reparto está formado por nombres reconocidos, como Jennifer Connelly, Jared Leto o Ellen Burstyn, esta última interpretando a la madre de Leto en un papel espectacular que le valió una nominación tanto al Oscar como al Globo de Oro.

Requiem por un sueño es una propuesta muy arriesgada por parte Aronofsky, pues era libre de hacer prácticamente lo que le viniese en gana al ser un producto libre de “recomendaciones” de distribuidoras majors, factor que sí influiría en su siguiente película: La fuente de la vida.

La fuente de la vida podía haber sido perfectamente el canto del cisne de Darren Aronofsky, pues fue un proyecto mucho más ambicioso que lo que había hecho hasta el momento, con mucho más presupuesto, lo que implicaba unos mucho mayores ingresos en taquilla que no llegaron nunca. Fue un fracaso estrepitoso. Ni las estrellas que la protagonizaban (Hugh Jackman y Rachel Weisz) ni el buen nombre que ya tenía el director en ese momento hicieron que la cinta funcionase.

Pero no, Aronofsky de desprendió de la etiqueta de autor extravagante y arriesgado que le perseguía y con la simplicidad por bandera realizó una de las cintas más laureadas de hace dos años: The Wrestler. Fue alabada por su simplicidad, por el realismo con el que está rodada, por la fuerza de su mensaje que encaja a la perfección por el momento en el que se encontraba la carrera del director en esos momentos…pero sobre todo por la interpretación de un Mickey Rourke que renacía de las cenizas en las que se encontraba su carrera (solo vimos algunos pequeños destellos de algo así en su interpretación en Sin City). Al igual que el protagonista de la película, actor y director consiguieron despejar las dudas sobre el futuro de sus carreras en los 105 minutos de duración de la cinta. León de Oro en Venecia, nominaciones al Oscar para Rourk y la magnífica Marisa Tomei, dos nominaciones a los Bafta o tres nominaciones a los Globos de Oro entre otros fueron el resultado de esta película.

Y ahora, no podemos hacer más que esperar a que llegue a nuestras pantallas Black Swan, la cinta protagonizada por Natalie Portman, Vicent Cassell y Mila Kunis en la que el director ha seguido la línea de estilo que comenzó con The Wrestler, mucho más sobrio que en sus primeros trabajos pero añadiendo esta vez algún que otro toque del excentrismo que hizo que le siguiésemos la pista desde sus dos primeros trabajos.

Por último, hace unas semanas supimos que Aronofsky será el director de la nueva entrega de Lobezno, que según ha confirmado no tendrá nada que ver con la línea argumental que se comenzó con la primera película protagonizada en exclusiva por Logan, es decir X-Men Origins: Lobezno. Que ganas de ver como se desenvuelve Darren Aronofsky ante un proyecto como este, que ganas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que maestría con el teclado ¡de verdad!
Solo puedo decir que no se porque me sorprende hallar en este blog referencias hacia Pi, Película que aunque ciertamente es complicada de ver, es a mi entender imprescindible en la vida de un cinéfilo.
Lamentablemente esta película no alcanzoó la gloria que desde mi punto de vista merece, del mismo modo que requiem por un sueño alcanzó su punto álgido sin problemas,(Aqui no quiero ser mal interpretada)pero considero que el éxito que logró esta película se debió en gran medida al tema que trata, y que muy pocas personas comprenden en realidad el doble fondo de la película, el mensaje que quiere darnos a entender su grandísimo Director,Solo añadir que la banda sonora de esta pelicula es SUBLIME.
Tenía que decirlo:)
Gabrilea.

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