Los que me conocen saben que suelo defender bastante el cine español. No soy tampoco la típica persona cegada que defiende a capa y espada toda la producción de su país, sino que considero que España es una cinematografía como lo puede ser cualquier otra, con sus buenas películas y sus muy malas películas. No podemos decir que en nuestro país no se hagan buenos filmes y tengamos buenos profesionales ya que cada dos por tres exportamos realizadores (los hermanos Pastor, Rodrigo Cortés...), directores de fotografía (Aguirresarobe) o compositores (El gran alberto Iglesias) a la meca del cine.
El problema con nuestras obras está, y duele decirlo, en el espectador. Un espectador lleno de prejuicios que no se acerca a películas españolas por ser eso, españolas. (Y creedme no me lo estoy inventando, mi experiencia en la taquilla de un cine me ha hecho escuchar comentarios horribles). De vez en cuando encontramos honrosas excepciones que rompen la norma,como los casos este año de Mientras Duermes o No habrá paz para los malvados, pero sin embargo los grandes éxitos taquilleros de este año en nuestra producción son dos comedias como Torrente y Fuga de Cerebros. Películas que cumplen todos los estereotipos que nos achacan los que censuran el cine español pero que sin embargo se demuestran como las opciones más fuertes en taquilla (una muestra de la doble moral del espectador español respecto a sus filmes). Ojo, estos filmes aunque para mí, prescindibles, son necesarios en toda filmografía. No se puede vivir sólo de pretendidas obras de arte.
Y hago toda esta denuncia a colación de las últimas nominaciones a los Goya, candidaturas que darán muchas alas a aquellos que critican nuestro cine, ya que no hemos sido capaces de demostrar la pluralidad de nuestro cine, sino que hemos decidido centrar todos los premios entre cuatro películas que si bien nadie discute su calidad, sí que se puede discutir que sean las mejores en todas las categorías.
Hace un par de días leía a Santiago Segura (del que no me gustará Torrente pero lo considero una persona muy inteligente y que entiende el mercado como nadie) diciendo que en Hollywood Transformers puede obtener nominaciones técnicas en los Oscars y aquí sin embargo Torrente, con su foto en 3D y sus efectos especiales se ha ido de vacío. Decir que La piel que habito (que es una buena película y justamente nominada al mejor filme) tiene mejores efectos especiales que Torrente, como así se desprende de las candidaturas, es muy arriesgado.
Intentaré obviar el hecho de que grandes películas como Mientras Duermes o Primos han sido prácticamente olvidadas o que la mejor obra española del año No tengas miedo obtiene sólo una nominación para Michelle Jenner (no llega a estar nominada y es de traca). Sin embargo Primos que tiene un guión fresco e inteligente no se ve recompensada en esa categoría, ni lo es el libreto de Alberto Marini por Mientras Duermes. Además de no contar, ninguna de ellas con ninguna nominación técnica.
Este año los Goya desprenden una sensación de pereza que lastra la imagen que nuestro cine quiere, y debe ofrecer al espectador. Un cine plural con un puñado de películas buenas que pueden además beneficiarse del impulso económico que unos premios como estos suponen. Blackthorn tendrá ahora una segunda oportunidad en taquilla, pero otras también la merecían y por desgracia no la van a conseguir.
Os dejo un enlace para que podáis ver las nominaciones a los Goya y opinéis vosotros mismos.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo. Muy bien escrito Zurron!! ^^
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