
Tras unos días sin poder escribir (una boda de un hermano quita mucho tiempo) me dispongo a dar el último repaso a esta 56 edición de la SEMINCI, una de las mejores que se recuerdan en bastantes años.
Un nivel medio de la sección oficial realmente sorprendente, con unas cuantas peliculillas que darán que hablar y un palmarés que demuestra su independencia y coherencia respecto a la opinión de público y crítica. Primera veamos que nos depararon las dos últimas obras a competición.
El último día de competición comenzó con la última apuesta española de la edición:
De tu ventana a la mía, de Paula Ortiz. Un drama de historias trenzadas cuyo núcleo común es el desamor. Una ópera prima que destaca por su dominio de la puesta en escena. Una apuesta muy arriesgada por su concepción estética, muy cuidada y cercana a la poesía en su composición. Con un gusto por el encuadre y la utilización de la música realmente sorpendente en una primeriza destaca a Paula Ortiz como una directora a la que hay que seguir la pista. Además la obra destaca por sus interpretaciones protagonistas entre las que destaca (aparte de Maribel Verdú y Leticia Dolera) una desconocida para el gran público: Luisa Gavasa, dueña del filme y que convierte su historia en la más conmovedora. A pesar de todas estas virtudes su guión, excesivamente relamido y pretencioso se cree siempre más profundo y romántico que lo que es en realidad. Quedando un desequilibrio grande entre la historia y su forma de contarla.
La última película de la SEMINCI fue la belga
Hasta la vista, así en español y cuenta la historia de tres jovenes con discapacidades que realizan un viaje a España para perder su virginidad. Así contado suena a
American Pie, y aquí esta la gran virtud de este filme: saber reírse de sí misma, no copiar el estilo de humor zafio de otras obras y arriesgarse por un tono ciertamente irreverente en sus bromas aunque acabe pecando (debido a su excesiva duración) de un sentimentalismo final que lastra una obra muy interesante que encantará al gran público.
Esta última película, y con esto comenzamos el repaso al palmarés logró alzarse finalmente con la preciada Espiga de Oro,así como con el premio del Jurado Joven. Un premio excesivo a todas luces, sobre todo debido a las superiores películas que hemos podido ver, pero entendible ya que es un filme muy correcto, arriesgado en su humor y que puede conectar con el gran público, sin embargo una mención especial creo que hubiera sido más que correcta.