Había miedo con esta adaptación de Tintín, el mítico cómic de Hergé con tantos seguidores y fans. La historieta capturó a medio mundo por su mezcla de humor, aventura, e inocencia, algo que no se sabía si se podría conseguir en la versión animada, y más aún siendo en la técnica de captura de movimiento en vez de en el clásico dibujo 2D con el que todos tenemos al joven reportero guardado en nuestra mente.
Ese miedo se evapora al ver lo que gente tan inteligente como Spielberg o Peter Jackson han conseguido en esta primera aventura cinematográfica de Tintín. Desde el respeto y el homenaje, así lo deja claro Spielberg con sus créditos iniciales y su "meta" escena inicial con cameo del propio Hergé (el colmo de los homenajes), y así se plantea el director su adaptación. Eso sí sin renunciar a su forma de concebir el cine, convirtiendo las demasiado naifs historias del personaje en una montaña rusa de acción y aventuras digna del mejor Indiana Jones.
Una película con un ritmo trepidante, ágil, divertida, que desprende en cada segundo la pasión del director por sus personajes, y que gracias a la técnica de animación empleada ha permitido a Spielberg realizar escenas y movimientos de cámara impensables en una película de acción real. Así el genial director nos regala toda una persecución en un sólo plano secuencia, la mejor parte del filme y una muestra más que este Tintín se encuentra alejado del 90% del cine de animación. Esto es cine en mayúsculas.
Hay que destacar la labor de Edgar Wright, Steven Moffat y Joe Cornish, que aciertan de lleno al mezclar tres de las historias de los cómics y en el tono de la historia. Entre las partes negativas habrá que destacar las que, yo creo, ya se encontraban en el cómic, un sentido del humor a veces demasiado infantil y una descompensación entre los personajes de Tintín y Haddock, siendo este último la verdadera estrella de la función, y más con una interpretación del dios del capture motion Andy Serkis.
Tras acabar uno de ver Tintín, muchas de sus imágenes, y gracias en su mayor parte al virtuosismo y genio de Spielberg, sobrevuelan una y otra vez por nuestras retinas, como esa persecución que ya hemos comentada, la batalla de grúas, el increíble relato de la batalla del Unicornio alternando las historias una y otra vez o incluso su propio homenaje a Tiburón, realizado con la cresta de Tintín... todo eso y los acordes de un en plena forma John Williams, que nos regala un score acorde con lo que tenemos enfrente, una gran película de aventuras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario