lunes, 19 de septiembre de 2011

San Sebastián, día 3: llegó Shame


El festival en su tercer día ha quedado, para un servidor,eclipsado por esa gran película que es Shame (dentro de la sección perlas de otros festivales), cine difícil, lento, pausado, doloroso, uno sale de la proyección removido por dentro, y eso ya sucede muy pocas veces.

Michael Fassbender borda en este filme un personaje cuya adicción al sexo lo lleva a caer a los infiernos de su existencia, una vida solitaria que se ve alterada por la llegada de su hermana, interpretada de forma brillante por Carey Mulligan. Y este es todo el argumento, la desolación de un personaje del que todos tenemos algo, y al que poco a poco, polvo a polvo lo vemos descomponerse un poco más (y nosotros con él) por dentro.

Con un estilo pausado, y estéticamente impecable (el travelling que sigue a Fassbender corriendo a golpe de música clásica está desde ya grabado en mis retinas) Steve Mcqueen consigue en su segunda película una obra de una madurez increíble con escenas realmente emocionantes y un uso de la música y el sonido interno de la escena magistral.

¿Y ocurrió algo a parte de Shame? Pues bastante, en primer lugar la proyección de Take this Waltz, segunda obra de Sarah Polley como directora, una película que se enmarca claramente en el nuevo género que supone la anti película romántica, ¿recordáis 500 Days of Summer? pues aún sin ser tan brillante Take This Waltz sigue las mismas pautas de personajes algo infantiles, estética cuidada y canciones indies por doquier para contarnos el amor y desamor de una pareja muy bien interpretada por Michelle Williams y Seth Rogen. El recibimiento de la prensa ha sido muy polarizado, con grandes aplausos y algún abucheo para esta obra interesante y bonita aunque peque de pedante y relamida en bastantes ocasiones.

Para terminar tuvimos la suerte de asistir a la rueda de prensa de Glenn Close donde la actriz derrochó profesionalidad y simpatía, hablando se su obra e incluso arrancándose a cantar cuando Jaume Figueras se lo pidió.

P.D 1: Shame (useáse vergüenza) es lo que deberían pasar los miembros de la academia de hollywood si no nominan a Fassbender como mejor actor este año.

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