lunes, 24 de octubre de 2011

Nanni Moretti inaugura la SEMINCI con su sátira religiosa Habemus Papam


Con la inestimable ayuda de Leo Harlem y su inimitable humor ha dado comienzo la 56 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid. Y lo ha hecho con la presencia de uno de los directores más prestigiosos en el circuito de festivales de todo el mundo: Nanni Moretti. El que fuera ganador de la Palma de Oro de Cannes por La Habitación del Hijo presentó en Valladolid Habemus Papam, su particular visión de la elección del máximo pontífice de la iglesia católica.

Tras su paso por Cannes el filme venía precedido de la etiqueta de ser una obra menor de Moretti y de ser excesivamente condescendiente con la religión a pesar de ser ateo confeso. Sin embargo, y a pesar de que efectivamente nos encontramos con una obra menor del realizador, no son estos los motivos por los que considero que Habemus Papam se queda en una prometedora película que partiendo de una idea genial no termina nunca de culminar la faena.

El punto de partida, realmente ingenioso, de esa elección (bastante surrealista y divertida) de un Papá que no quiere serlo prometía ser la oportunidad perfecta para realizar tanto una sátira en tono de humor de la vida en el vaticano como también para poder ahondar en qué se le pasa por la cabeza a alguien que es escogido sin que él quisiera como cabeza visible de una de las instituciones más seguidas del mundo.

Por desgracia nunca llegamos a ahondar profundamente en la mente de ese Papa perfectamente interpretado por Michel Piccoli, aunque si intuímos y vemos sus ganas de escapar y tener una vida llena de placeres que había olvidado. Este falta de profundidad hace que en ocasiones nos olvidemos de que tenemos delante la historia de un Papa que no quiere serlo y queramos centrarnos en la de sus cardenales y sus delirantes acciones.

Es en esta parte, en la vida dentro del Vaticano donde encontramos los mejores momentos del fime, algunos realmente divertidos y surrealistas que convierten la cinta en una comedia satírica que en ocasiones se siente más como constituíds de buenos momentos (algunos de ellos alargados y excesivos) que como una sola unidad.

Aun así, un filme interesante y que sirve perfectamente como lo que es, el preludio (con nota de prestigio incluída) que necesitaba la SEMINCI para dar su pistoletazo de salida.

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